Sentir orgullo por nuestra cultura indígena y crear un vínculo entre las dos grandes naciones que hasta el día de hoy siguen contendiendo; el pueblo quechua hablante y los opresores, es un reto que a nuestra opinión no se ha logrado ni se logrará si seguimos adoptando la misma actitud discriminante que nos ha impuesto inconscientemente la sociedad.
En la actualidad nos hemos olvidado e ignorado lo que José María Arguedas nos enseñó ya que podemos percibir que existen muy pocas personas que comparten su manera de pensar lo cual hace difícil cumplir con este reto, somos testigos del gran problema de identidad cultural que existe en nuestro país ya que nosotros los peruanos en lugar de amar, sentirnos identificados y orgullosos de nuestra cultura, nos sentimos avergonzados de ella e incluso discriminamos a los pobladores quechua hablantes, y al discriminarlos a su vez estamos menospreciando a nuestros grandes mártires quienes ofrendaron su vida por defender nuestra cultura y nuestra patria.
Los medios de comunicación, la globalización y las grandes industrias se han apoderado de nosotros y nos han implantado un estereotipo erróneo el cual nos inculca que son mejores personas aquellas que utilizan marcas determinadas, que cumplen con un estilo de vida de acorde con otras culturas es por eso que nuestra identidad cultural se está extinguiendo poco a poco porque nos estamos olvidando de nuestras raíces.
Si queremos lograr que nuestra situación cambie y que la ideología de Arguedas sea viable debemos de empezar por sentirnos orgullosos de nuestra cultura, difundirla al mundo entero, no adoptar otras culturas y perder la nuestra, sino más bien utilizar sus conocimientos para lograr que aumente el nivel de integración cultural de nuestra patria, debemos de formar una nación unida con un objetivo en común, esa es la única manera de desarrollarnos y ser mejores en el futuro.
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